Independentismo en el País Vasco

El PSOE pacta el fingido «dolor» de Otegi para legitimar a Bildu como socio de Sánchez

Sánchez Bildu ETA
Pedro Sánchez y Arnaldo Otegi.
Agustín de Grado
  • Agustín de Grado
  • Subdirector y responsable del Área Política en OKDIARIO. Antes jefe de área en ABC, subdirector en La Razón y director de Informativos en Telemadrid.

«Sentimos su dolor y desde ese sentimiento sincero afirmamos que el mismo nunca debió haberse producido». La frase de Arnaldo Otegi, dirigida a las víctimas de ETA al cumplirse diez años del final de la violencia terrorista, llega en el mejor momento para un Pedro Sánchez que sale del 40 Congreso del PSOE necesitado de asear a sus socios de gobierno para hacer creíble su giro hacia la socialdemocracia.

Este domingo, una entrevista conjunta a José Luis Eguiguren y José Luis Rodríguez Zapatero en El Correo aportaba claves sobre cómo los socialistas han trabajado junto a Otegi para conseguir que el líder de Bildu verbalizara que el pasado terrorista fue un error. «Yo creo que lo va a hacer, siempre que hablo con él se lo comento», revelaba el ex secretario general del socialismo vasco. «Yo también espero que se produzca (…) y espero que no tarde mucho», añadía Zapatero.

Apenas 24 horas después, para escenificar la solemnidad del momento histórico que el PSOE quería ver en su socio, Arnaldo Otegi ha leído una declaración de cinco puntos desde un atril preparado bajo la escalinata del Palacio de Ayete en San Sebastián, el mismo escenario en el que se celebró, hoy hace diez años, la Conferencia de Ayete, a la que siguió dos días después el anuncio del fin de la violencia de ETA.

«El pasado no tiene remedio»

Sin condena explícita a ETA ni reconocimiento de que el daño causado durante décadas fuera injusto, Otegi ha afirmado que «desgraciadamente, el pasado no tiene remedio», pero está convencido de que es posible «al menos aliviarlo desde el respeto, la consideración y la memoria». Dirigiéndose a las víctimas del terrorismo, ha añadido: «Queremos decirles de corazón que sentimos enormemente su sufrimiento y nos comprometemos a tratar de mitigarlo en la medida de nuestras posibilidades. Siempre nos encontrarán dispuestos a ello».

El PSOE cree que Bildu cumple así la condición que se le exigía para hacer creíble su ruptura con el pasado de vidas segadas por el fanatismo separatista que representó ETA y sus cómplices. «Cuando uno sabe lo que cuesta dar un paso en ese mundo valora positivamente ese reconocimiento que los demócratas llevan años reclamando», ha afirmado el ex lehendakari y secretario de Memoria Democrática del PSOE, Patxi López.

El entusiasmo con Arnaldo Otegi es compartido por el otro socio del Gobierno de coalición. Ione Belarra, secretaria general de Podemos, se ha pronunciado en las redes sociales asegurando que la denominada izquierda abertzale «ha dado un paso sin precedentes poniendo en el centro del dolor a las víctimas de ETA, reconociendo que nunca debió producirse y que las vías pacíficas son el único camino posible». En su opinión, es «obligación de los demócratas reconocer el paso».

Por tanto, a juicio de la ministra y dirigente podemita, dejan de ser demócratas quienes, como desde el PP, destaquen que el «pesar y dolor» expresado por Otegi llega sin una condena de ETA. «Lo de Otegi es una broma macabra» al decir que «tratará de mitigar el dolor de las víctimas» cuando «no conjuga la palabra condena, justifica a ETA y organiza vomitivos ongi etorris a los etarras desde Bildu», ha afirmado el presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz.

Tampoco las víctimas de ETA serán todo lo demócratas que a Belarra le gustaría, pues todas las asociaciones han salido en bloque a denunciar la maniobra de Otegi de expresar «pesar y dolor por el sufrimiento padecido» mientras tanto él como el resto de los proetarras no contribuyan a esclarecer los 379 crímenes de la banda aún sin resolver y siga auspiciando los homenajes a los terroristas excarcelados.

«Hicimos lo que teníamos que hacer»

El líder de Bildu ha pasado varios años de su vida en la cárcel por su vinculación a ETA. En cinco ocasiones distintas estuvo entre rejas desde que a una edad muy joven ingresara en la autodenominada ‘ETA político-militar’. Los primeros seis de ellos, condena como culpable por el secuestro del director de la fábrica Michelín en Vitoria, Luis Abaitua, en 1979. Después, cuando la Audiencia Nacional le condenó a 10 años como dirigente de la banda terrorista por haber creado, junto a Díaz Usabiaga, el brazo político de ETA.

El año pasado, Otegi hacía balance de su dilatada carrera, primero como miembro de la banda y después como activista de su brazo político. Su conclusión era rotunda: «Hicimos lo que teníamos que hacer».

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